SOLO PARA CLARINETE

Artículo que realicé en 2006 y que concluí el Viernes 5 de Mayo.

"... El h
ombre libre es el que no teme ir hasta el final de su pensamiento..."
Léon Blum / Político y gobernador francés / (1872 - 1950)

“El Detective jefe Bernie Kominka se enfrenta a un nuevo caso cuya investigación le lleva a un desolado bloque de viviendas donde está el cadáver de un hombre, al que le faltan parte de sus genitales y su cabeza ha sido aplastada con un clarinete...”
Estas breves líneas pertenecen al argumento de una excelente película alemana del año 1998, pero que en España se estrenó en el año 2003, titulada SOLO PARA CLARINETE (SOLO FÜR KLARINETTE). Se trata de un thriller del Director Nico Hofmann y que ha llegado a tener un notable éxito en los países en los que se ha exhibido, llegándose a comparar esta película con otra muy conocida: INSTINTO BÁSICO (1992). La verdad es que no es la primera vez que se utiliza un instrumento musical como arma en un crimen, al menos en una película. Por ejemplo, en LA PANTERA ROSA ATACA DE NUEVO (1976) de Blake Edwards, se utilizó también el clarinete como arma homicida. Aunque en esta ocasión da risa contemplar como los veintiséis asesinos contratados por la comunidad internacional no logran acabar con la vida del inepto Inspector Clouseau. Quizá pueda parecer un poco exagerado que un instrumento musical pueda utilizarse tanto para hacer música como para matar. Pero en cierto modo no lo es. Hay quienes utilizan un simple cuchillo para hacer algo más que cortar el pan. Y al igual que con unos trozos de madera pueden construirse instrumentos musicales, también pueden construirse instrumentos de tortura. Pero bueno, aunque todos sabemos que únicamente utilizamos una pequeña parte de la capacidad potencial de nuestro cerebro, todavía hay quienes se esfuerzan en utilizarlo bastante menos de lo que sería habitual. Como decía una periodista: “Parece ser que, aunque el hombre descendió del mono, siempre es capaz, si se lo propone, de descender un poco más...” Y es que para matar puede valer cualquier cosa y cualquier pretexto. Hay quienes matan de frente, aunque no falta quienes lo hacen a traición. Hay quienes matan con solo pronunciar una palabra, como Paul Muad’Dib en DUNE. En esta novela se nos revela como “algunos pensamientos tienen ciertos sonidos que equivalen a una forma. Que con el sonido y el movimiento se pueden paralizar los nervios, desmenuzar los huesos, crear incendios, asfixiar al enemigo o reventar su organismo...” Hay quienes matan con un simple beso como sucede en LA LEYENDA DEL BESO. De esta zarzuela es muy conocido el Intermedio del Acto II, y no solamente por la famosa canción del grupo Mocedades: “Amor de Hombre”. Hay quienes matan dos pájaros de un solo tiro aunque a veces el tiro les salga por la culata. También hay quienes prefieren matar el tiempo y otros, en cambio, prefieren matar el apetito... “Imaginemos cómo sería entrar al cine a mitad de una película. Podemos intentar entender cuanto sucede a partir del momento en que entramos en la sala, pero nunca estaremos seguros de entender la historia completa a menos que veamos la película desde el principio...” Estas últimas palabras pertenecen al libro: CÓMO FUNCIONA EL CEREBRO de Francisco Mora. Y desde luego vienen como anillo al dedo. Sólo que, en vez de pensar en una película, podríamos imaginarnos una larga serie de televisión.

Hace ya bastantes años que se me contrató como profesor en la Escuela Municipal de Música de Bullas. En aquellos tiempos se estaban dando todavía los primeros pasos. La Escuela de Música contaba entonces con 2 profesores y se impartían solamente las siguientes asignaturas: Solfeo, Piano y Guitarra. Yo fui el tercero y se me contrató como Profesor de Viento Madera y Metal. Durante los primeros años tuve que impartir clases de casi todo: Saxofón, Clarinete, Trompeta, Flauta, Trombón... Algunos de mis primeros alumnos en aquella primera etapa fueron Raúl Guirado García (actual Concejal de Cultura) y Alfonso Isaías Moya Fernández “El Chichi” (actual Profesor de la Escuela de Música). Tengo muy buen recuerdo de todos mis primeros alumnos pero muy especialmente de Antonio Javier Martínez Ortega “El Gafas” (precisamente es tío de Antonio Espín Martínez, Trombón de la Banda). Antonio tocaba desde hacía ya muchos años el Trombón de pistones y tenía muchísimas ganas de aprender a tocar el Trombón de varas, pese a que él mismo no confiaba demasiado en que algún día pudiera lograrlo de verdad. Yo, que no tenía prácticamente ninguna experiencia en ese sentido pero que comprendía perfectamente su ilusión por alcanzar tal objetivo, me ofrecí a ayudarle y en un poco más de un año, no solamente consiguió tocar bastante aceptablemente el Trombón de varas, (precisamente debutó tocando el Solo de la zarzuela LA DOLOROSA, que es uno de los solos más importantes que hay para Trombón) sino que a partir de ese momento prácticamente todos los músicos de Bullas que tocaban el Trombón de pistones se fueron pasando poco a poco al de varas y ya nadie eligió nunca más el de pistones... Pocos años después de mi incorporación como profesor de la Escuela de Música, con la presión que realizamos entonces los profesores, pudimos conseguir poco a poco que se fuera ampliando el profesorado. En este punto tenemos que recordar que hasta hacía muy poco tiempo, el profesorado de la antigua Escuela Municipal de Música de Bullas estaba constituido, como era normal en cualquier pueblo, por un único profesor, el cual impartía todas las asignaturas musicales. Todos los músicos de mi generación nos formamos precisamente con D. Francisco Sánchez Mateos. Aunque él era Profesor de Clarinete, él enseñó a alumnos de Saxofón, Trompeta, Fliscorno, Trombón, Bombardino, Tuba... Y aunque agradezco infinitamente la labor que realizó conmigo personalmente, yo no estaba dispuesto de ninguna manera a seguir exactamente sus mismos pasos. Porque se me había contratado para que yo impartiera clases de casi todos los instrumentos, al igual que lo tuvo que hacer mi maestro. Yo sabía que de esta manera la Escuela no podía tener ningún futuro. Por eso, desde un primer momento, comuniqué mi intención a los profesores, al Concejal de Cultura y al Alcalde, que la Escuela de Música necesitaba urgentemente, al menos, un profesor de Viento Metal (la verdad es que se necesitaban muchos más profesores pero no era nada fácil llegar al Ayuntamiento con toda la lista completa de nuestras necesidades en aquel momento, como tampoco lo es en la actualidad) ya que no me parecía correcto que yo asumiera tal responsabilidad. Y al final lo conseguimos. La Escuela de Música contaba desde entonces con 2 profesores de Piano (el segundo se había conseguido un tiempo antes), 1 de Guitarra, 1 de Viento Madera y 1 de Viento Metal. Con esa estructura tan rudimentaria, si la comparamos con la Escuela de Música actual, surgió la Banda de la Escuela de Música: En Enero de 1997 comencé a preparar mi parte correspondiente a la Audición de Final de Curso. Era el año en que mis primeros alumnos de instrumento terminaban los estudios en la Escuela de Música y quería preparar un concierto con todos ellos. Para ese concierto preparé un programa habitual de las Bandas de Música. Lo que yo pretendía en realidad era concienciar al público y a la administración local de que era imprescindible y muy urgente crear ya, de una vez por todas, la tan anhelada Banda de Música de Bullas, para que todos aquellos alumnos que terminaran los estudios en la Escuela de Música tuvieran un ambiente adecuado para seguir desarrollando sus actividades musicales. A partir de entonces surgió el A. P. A. de la Escuela y la Asociación de la Escuela de Música, cuyos fines (según consta todavía en los estatutos) son la creación, organización y administración de diferentes agrupaciones musicales tales como banda de música, orquesta de cuerda, corales, rondallas, etc. El 12 de Febrero de 1998 comenzaron los ensayos de la Banda de la Escuela, el 9 de Junio de aquel mismo año tuvo lugar su primera actuación y el 27 de Septiembre tuvo lugar su presentación oficial...


Uno de los primeros problemas que tuvo la Banda de la Escuela, ya casi desde el principio, es que no tenía músicos de percusión. Los pocos que habían pertenecían a las charangas y cuando más te hacían falta se iban a tocar con ellas y nos dejaban colgados. Los profesores de la Escuela de Música volvimos a presionar como lo hicimos unos años antes para el profesor de Viento Metal, esta vez para conseguir el profesor de Percusión. Fue muy difícil porque el Ayuntamiento creía que solamente era para satisfacer las carencias de la Banda de Música. Pero no era así exactamente. Hoy en día nadie duda que un Profesor de Percusión, además de preparar a los músicos para una Banda, o para una orquesta (no es necesario decir que también se les prepara, como a los demás instrumentistas, para que puedan proseguir sus estudios musicales en el Conservatorio), también puede prepararlos para que puedan tocar en formaciones musicales que están constituidas únicamente por instrumentos de percusión, en las que se tocan obras específicas para dichos instrumentos... Con mucha dificultad, incluso con el auge que estaba experimentando la Escuela a través de la Banda, convencimos al Ayuntamiento de que un profesor de Percusión no se limitaba a enseñar solamente la Caja, el Bombo y los Platillos, como entonces se creía, sino que también puede enseñar a que un músico pueda tocar la Batería, la Marimba, los Timbales cromáticos y muchísimos otros instrumentos...


Poco tiempo después se produjo una circunstancia que cambiaría prácticamente el rumbo de la Escuela de Música: la renovación de parte del profesorado. Con el mismo presupuesto con que se le pagaban entonces a 3 profesores se pudo contratar a 5 profesores (al menos esa era la intención inicial). De esta manera conseguimos los nuevos profesores de Flauta y Oboe. Posteriormente logramos el desdoble del Viento Metal agudo (Trompeta y Fliscorno) y Viento Metal grave (Trompa, Trombón, Bombardino y Tuba). Y en los años siguientes conseguimos el Profesor de Violín y el Profesor de Iniciación Infantil. Desde entonces hemos logrado crear una de las Escuelas de Música más importantes de toda la Comarca... No es mi intención exponer en este documento todos los detalles de lo que podría ser la Historia de la Escuela de Música de Bullas, pero sí al menos una breve aproximación para que podamos hacernos una idea de algunos aspectos poco conocidos o que se suelen pasar por alto.

No cabe duda de que, pese a los logros conseguidos, todavía es necesario recorrer un largo camino (y no se trata solamente de una frase hecha sino que es la mismísima realidad) para mejorar y consolidar la Escuela Municipal de Música de Bullas. No hay más que darse una vuelta por la Escuela para darse cuenta de que las infraestructuras son todavía bastante precarias. Por ejemplo: es imprescindible un Conserje para la Escuela. Esta persona sería la encargada de vigilar las instalaciones, mantener el orden del recinto y que nadie moleste ni interrumpa las clases que se imparten en ese momento, vigilar los cambios de clase para que no se haga demasiado ruido, abrir y cerrar las aulas correspondientes, mantener la puerta principal cerrada para que no entre nadie ajeno al edificio, colocar y quitar la información de los tablones de anuncios, la realización de fotocopias y muchas otras actividades. Hay que tener en cuenta que al estar situada la Escuela justo enfrente del Pabellón de Deportes y junto al Campo de Fútbol, la necesidad de un conserje es todavía mucho más justificada porque hay mucha gente que se introduce en la Escuela sin ninguna autorización. Y no digamos de aquellos que se ponen justo delante de las ventanas, no para curiosear, sino para entorpecer deliberadamente la labor de los profesores. Hay que tener mucha paciencia con los niños (y los no tan niños) que no tienen otra cosa que hacer que ponerse a jugar al fútbol justo delante de las ventanas mientras los profesores estamos dando clase.


Otro punto fundamental es la ampliación del Horario Individual de Clase Instrumental. Actualmente ese horario (con la excepción de algunos instrumentos) es el siguiente: 20 minutos de clase individual para los alumnos de 1º y 2º; 30 minutos para los alumnos de 3º y 4º. Nosotros queremos que sea, por lo menos, de 30 minutos para los alumnos de 1º y 2º; 45 minutos para los alumnos de 3º y 4º. Sabemos que este tiempo no es suficiente (en los Conservatorios de Grado Elemental, el tiempo dedicado a cada alumno es de 1 hora) pero si queremos equipararnos a estos centros debemos empezar por este punto. Así conseguiríamos que los alumnos vayan más preparados y en mejores condiciones para entrar en Grado Medio.


Así mismo, necesitamos urgentemente 2 aulas nuevas, al menos, y además, la habilitación de 2 nuevos despachos. En la actualidad se está utilizando los 2 despachos de la Escuela como si fueran dos clases más, pero de esta manera no podemos impartir clase en condiciones porque no hay espacio material suficiente. Incluso, estos 2 despachos se quedan pequeños tanto para la Dirección de la Escuela como para la Asociación. Una idea podría ser la de unir los 2 despachos existentes y habilitarlo para uno solo. Aún así serían necesario dos despachos más: uno para la Dirección de la Escuela o para la Asociación de la Escuela, según se crea conveniente, y otro para el A. P. A. Precisamente éste último ni siquiera tiene habilitado actualmente ningún despacho en la Escuela de Música ni en ningún otro lugar por lo que dificulta de esta forma las reuniones que deben llevar a cabo durante el curso.



También necesitamos urgentemente una Fotocopiadora. Hasta ahora las fotocopias que se tienen que hacer para la Escuela y para la Banda de la Escuela (que son bastante numerosas durante el curso) se realizan en el Ayuntamiento y eso supone un gran inconveniente por la pérdida de tiempo que ello conlleva. Al no tener la Escuela de Música fotocopiadora propia, los profesores tienen que perder parte del tiempo correspondiente a las clases para preparar fotocopias del material que se necesita: exámenes, partituras, etc…


También es necesario para las clases de solfeo e instrumento un radiocasette portátil con compact disc porque en muchas ocasiones hay que poner ejemplos para la comprensión de muchos conceptos e ideas musicales. Sería lógico más bien una cadena de alta fidelidad pero si es un radiocasette portátil se podría pasar fácilmente de aula en aula. La Banda de la Escuela de Música también tendría la oportunidad de escuchar en los ensayos las obras que estuviera ensayando. También se utilizaría para la orientación de los alumnos de INICIACIÓN a la hora de elegir el instrumento. Además ayudaría a la realización de pequeños cursillos de Audición musical para que los alumnos se aficionen a escuchar más música de lo que habitualmente están acostumbrados. Hasta ahora han sido los profesores los que se traían alguna que otra vez un radiocasette (los discos también) con las consiguientes molestias. Aunque la Asociación de la Escuela posee algunos discos (no más de cinco), la Escuela debería tener en un futuro una pequeña discoteca para cubrir básicamente sus objetivos.

También creemos imprescindible que la Escuela de Música se adapte a las nuevas tecnologías con un ordenador en buenas condiciones y con todos los accesorios que hagan posible el mejor rendimiento de éste: Impresora, escáner, grabadora, tarjeta de sonido, altavoces. En este momento tenemos uno que la Asociación de la Escuela de Música pudo conseguir a través de una subasta. Este ordenador nos viene bien para casos puntuales (en este momento ni siquiera para eso) pero en realidad no es nada práctico ya que se trata de un ordenador muy antiguo que no está en muy buenas condiciones. La impresora serviría para imprimir todos los documentos que se realicen en la Escuela: notas, certificados, partituras, información, carteles, programas de mano para los conciertos... y muchos otros documentos que por la experiencia que llevamos sabemos que suelen ser bastantes. De nada serviría realizar el documento en la Escuela si luego hay que llevárselo en un CD o en un disquete a casa o a cualquier otro lugar para imprimirlo. Además de que no sería rentable también sería una pérdida de tiempo. El escáner sería de utilidad para las fotos de los alumnos. Las podríamos tener todas recogidas en las bases de datos y así evitamos tener que utilizar las originales. También sería de utilidad para escanear partituras y con un programa de ordenador específico podríamos hacer que las lea y examine, e incluso pasar las partituras allí mismo y en el momento. La grabadora sería, por ejemplo, para ir preparando discos que sean de utilidad para la Escuela y crear una archivo o pequeña discoteca de su propiedad para difundir la música entre los alumnos. No solamente veríamos partituras sino que incluso las escucharíamos. También nos serviría para poner ejemplos musicales que sirvan para explicar cualquier duda que pueda surgir. También sería importante un programa informático para agilizar todo lo relativo a la Escuela de Música como bases de datos, listas de alumnos, listado histórico de alumnos, estadísticas, horario de profesores, horarios de la escuela, matrículas, papeletas de examen, etc. Y una cosa más sería la posibilidad de tener acceso directo a Internet, no sólo porque podamos recoger más rápidamente información de otras Escuelas de Música y Bandas, sino porque podemos tener acceso directo a partituras, información de instrumentos, cursillos, archivos musicales y muchas otras informaciones. También sería interesante disponer de FAX y CORREO ELECTRÓNICO…

Tenemos que decir también que el teléfono de la Escuela se encuentra situado en el despacho del Director y aunque actualmente se utiliza también como aula, resulta un poco fastidioso tener que estar dando clase en un aula de la escuela, escuchar el teléfono (si es que se escucha cuando se esté impartiendo clases en otro sitio), interrumpir la clase que se esté impartiendo, abrir el despacho y casi siempre quedarte con el auricular en la oreja porque has tardado mucho tiempo en coger el teléfono. Sería mejor tener uno inalámbrico que al menos dé tiempo en atender la llamada telefónica o al menos pasársela a otro profesor. Aunque lo lógico sería que fuera el Conserje de la Escuela quien atendiera la llamada o que fuera él quien tuviera que pasar directamente la llamada a la persona correspondiente.


También creemos importante facilitar una partida especial para la adquisición de libros que puedan ser de alguna utilidad en la Escuela de Música. Para ello tendríamos que tener un aula específica, una Biblioteca, para guardar todos estos libros, la cual serviría también como sala de estudio para los alumnos que quieran consultarlos y para los que, teniendo un tiempo libre entre clase y clase y no quieran desaprovecharlo, puedan dedicarlo a otras tareas, no solamente a consultar libros, sino que pueden dedicarlo a hacer los deberes del colegio o simplemente a estudiar. Esta aula puede servir también de Mediateca, es decir: archivo de partituras, cd's, videos, multimedia, etc.


Aunque en la Escuela hay 3 Pianos, 2 Oboes, 2 Tubas, 1 Saxofón Tenor, Instrumentos de Percusión, etc... también sería muy interesante que hubiera un instrumento de cada tipo de todos los que se imparten en ella. Por lo menos, sería muy interesante tener un Saxofón Barítono y un Clarinete Bajo. También se podrían comprar trompas, trombones, e incluso algunos violines, para fomentar todavía más estos instrumentos. Pero de momento tenemos todavía pendiente la compra de los instrumentos para la clase de Iniciación Infantil: 4 Panderos, 4 Maracas, 4 Claves, 4 cajas chinas, 4 Triángulos, 3 Coronas de 10 Cascabeles, 2 Carrillones, 2 Xilófonos, 2 Metalófonos, 2 panderetas, 2 güiros, 1 cencerro, 1 tabla de castañuelas, etc…

También es preciso señalar la necesidad de que se compre también un Piano para la Casa de la Cultura debido a los numerosos conciertos y actuaciones que se realizan en este lugar. De esta manera nos evitaríamos el transporte de los Pianos que hay en la Escuela y su correspondiente deterioro. Aunque sabemos que se tiene cuidado en el transporte, también sabemos que de vez en cuando hay algún roce y algún que otro golpe, que va deteriorando poco a poco estos instrumentos. Además, el traslado de estos instrumentos hace que se desafinen más rápidamente. No hay que olvidar que todos los años tiene que venir un especialista para afinarlos y eso es otro importante gasto más para el Ayuntamiento. El hecho de que esté en la Casa de la Cultura y que en ese mismo lugar se realicen muchas otras actividades, no impide que no se pueda tener allí el Piano puesto que hoy en día cualquier piano lleva su propia cerradura y de esta manera solamente podría tocarlos las personas que estén autorizadas. Tampoco sería mucho pedir que ese Piano fuera de Cola o "Colín" puesto que en varias ocasiones se ha tenido que alquilar uno de éstos y suelen ser muy caros para tener que utilizarlo solamente un día. Merece la pena tener uno propio para los conciertos que se realicen, para las diversas actuaciones que puedan surgir, para las audiciones de la Escuela y sería también de ayuda para que los alumnos de Piano más aventajados puedan practicar de vez en cuando con este tipo de instrumentos.


También es preciso que en todas las aulas en las que se imparta clases de instrumento puedan disponer de un espejo de cuerpo entero para que el profesor pueda realizar las correcciones que consideren necesarias y que el alumno pueda verse en ellos para corregirlos con mucha más facilidad.


Aunque hace unos años se realizó la instalación de la calefacción en la Escuela de Música, todavía tenemos pendiente la instalación del Aire Acondicionado, aunque sea al menos en la Sala de Ensayos, porque en los meses de verano se pasa mucho calor (la verdad es que es casi insoportable) y los ventiladores que tenemos, más que enfriar el ambiente, lo único que hacen es ruido, por lo que dificultan en gran medida las clases y los ensayos.

En otro orden de cosas también debemos decir que en la Escuela de Música exponemos mucha información teniendo solo un tablón de anuncios: carteles informando acerca de las actividades de la Escuela, diversos conciertos, cursillos e información en general que concierne de alguna manera a la Escuela de Música y a su entorno. Y lo hacemos tan abundantemente que ya no sabemos dónde colocarla. Utilizamos las puertas de acceso y las puertas de las aulas intentando poner toda la información disponible en cada una de ellas pero eso es muy difícil conseguirlo. Normalmente esta información es fácilmente arrancada ya que no está protegida. Creemos que sería mejor que toda la información se recopilara en un solo lugar para que la gente que quiera informarse vaya directamente a los paneles de información y no tenga que ir de puerta en puerta buscando la información que necesita. Estos tablones deberían estar protegidos por un cristal como el que hay ahora mismo en la Escuela. Tampoco estaría de más el poner una serie de sillas o algunos bancos en la entrada de la Escuela para que las personas, sobre todo las personas mayores, que van a recoger a sus hijos o familiares puedan esperarlos de una manera un poco más confortable. Y, aunque no llueva mucho por esta zona, también se echa de menos algunos paragüeros para dejar los paraguas en algún lugar mucho más apropiado. Por lo menos no se ensuciaría tanto la Escuela cuando llueva. Y, ya de paso, se podrían arreglar algunas goteras. También se podría arreglar un pequeño desperfecto que hay en el techo de una de las aulas de solfeo. No es que nos moleste mucho pero es un poco vergonzoso tenerlo todavía desde hace tantos años. También se podría subsanar el problema de los extintores. Más de una vez nos lo hemos encontrado vacíos por culpa de algún gracioso que se ha puesto a jugar con ellos o porque le ha dado la gana de vaciarlos así por que así, dejando el suelo de la Escuela hecho un desastre. ¿Qué pasaría si alguna vez se produjera algún fuego e hicieran falta de verdad? Ya de paso se podría adaptar los accesos a las instalaciones para que ningún niño se suba nunca más al tejado de la Escuela a recoger los balones que se cuelan cuando están jugando al fútbol. Solamente esperamos que no ocurra nunca ninguna desgracia. El mobiliario que tenemos hoy en día es sencillamente impresentable. Se doblan y se rompen las mesas con una facilidad asombrosa. Las sillas y las persianas, también. Las cerraduras de los armarios y de los cajones son tan malas que las pueden abrir (¡pero no cerrar!) cualquiera. Todavía estamos esperando a que nos traigan las sillas con tabla, o de pala, para algunas clases de Solfeo. Precisamente, en 2 aulas donde se imparte Solfeo tenemos un serio problema ya que por las tardes el sol incide directamente en las ventanillas y hace casi imposible impartir las clases en condiciones ya que molesta directamente a los alumnos e impiden que puedan ver correctamente la pizarra. Para ello es preciso poner unas cortinillas porque los cartones no aguantan demasiado tiempo. Ya se sabe lo que ocurre con las chapucillas. También habría que cambiar el buzón que existe en la actualidad en la entrada del edificio porque es demasiado pequeño y además pasa casi inadvertido. No digamos nada cuando nos mandan partituras, las cuales suelen ir en sobres que no caben de ninguna manera. Además, no lleva el distintivo de la Escuela de Música por lo que también nos suele llegar las cartas de la Concejalía de Deportes.


El personal de limpieza dispone de un espacio muy reducido para guardar los productos y útiles de limpieza. En ese mismo espacio tan limitado, que nos sirve a nosotros de almacén, existe también un armario en el que se guardan algunos documentos de la Escuela. Ya que quizás sería un poco difícil tener un pequeño almacén únicamente para todo lo relativo al personal de limpieza, por lo menos se podría poner una pequeña estantería o al menos poner una serie de paneles en las paredes para tener un poco mejor ordenado todo lo relativo al personal de limpieza de la Escuela.


También creemos oportuno decir que nos gustaría que se tomaran algunas medidas con respecto a los grupos musicales que ensayan en el Centro de Ocio junto a la Escuela de Música. No es que nos importe que ensayen en el mismo lugar que nosotros pero a veces lo hacen cuando todavía se imparten clases en la Escuela por lo que supone una gran molestia debido al gran ruido que se produce. También hay que decir que no es un buen ejemplo para los alumnos de la Escuela que algunos de estos jóvenes fumen en el recinto, y no precisamente tabaco, y más cuando dejan un olor tan desagradable en los pasillos…


A todas estas necesidades podríamos añadir también la contratación de un Profesor de Clarinete, la creación de una Banda Juvenil, la instalación de un sistema de alarma y de un nuevo cajetín para las llaves, la adquisición de un metrónomo por aula e incluso hasta un pié de guitarra... Pero todos conocemos también la difícil situación de la mayor parte de los ayuntamientos y el nuestro, particularmente, no iba a ser menos. Si ya es difícil mantener la partida presupuestaria correspondiente, mucho más difícil es incrementarla. Hay que tener en cuenta que en la Escuela de Música hay actualmente 11 Profesores pero también hay muchas otras necesidades que están pendientes, algunas desde hace ya muchísimo tiempo, y de esas parece que nunca se habla (o simplemente quizás no se quiere o no interese hablar). Una buena idea para solucionar en parte estas cuestiones podría ser la contratación de algunos profesores por parte de la Banda de la Escuela, entre los cuales podría haber alguno, cómo no, de clarinete. De esa manera se podría reforzar aquellas cuerdas que queremos potenciar un poco más. Es curioso que nunca se haya hecho ningún comentario en este sentido puesto que muchas bandas lo hacen de esta manera, sobre todo aquellas que no tienen una Escuela de Música. Estas bandas deben recurrir a la contratación de profesorado para que puedan formar a los futuros músicos que luego se incorporarán a la banda. Es verdad que nuestro caso es diferente. Pero tampoco vamos a tener que esperarlo todo de la Escuela. O es que solamente vamos a solicitar de la Escuela cuando nos interese y cuando nos convenga. Además, habría que considerar también que si se ha llegado justo a donde estamos hoy en día ha sido precisamente a través de iniciativas, muchas de las cuales, ni siquiera han salido del propio Ayuntamiento.

En todos estos años, al margen de mi labor docente propiamente dicha, creo que también he realizado una importante labor pedagógica a la hora de informar y orientar a muchos alumnos de la Escuela de Música para que pudieran elegir un instrumento en concreto, sobre todo a aquellos que estaban indecisos y que no tenían claro el que querían tocar exactamente. La razón es que desde siempre ha habido un desconocimiento bastante generalizado de los diferentes instrumentos musicales, incluso de aquellos que se imparten en la misma Escuela de Música. Hay gente que no elige ciertos instrumentos porque ni siquiera sabe que existen. Incluso, ni siquiera saben exactamente los que se imparten en la misma Escuela de Música. Algunos no saben ni como suenan, ya que ni siquiera los han visto alguna vez. Hay gente que se deja llevar por argumentos y por prejuicios, más propios de una mentalidad arcaica o decimonónica (S. XIX) pero que hoy en día, en pleno S. XXI, resultan totalmente ridículos, como por ejemplo: “Es que este instrumento es muy difícil porque me lo ha dicho mi amigo Juan... Es que para tocar este instrumento hay que soplar muchísimo... Es que este instrumento es muy grande... Es que este instrumento no es para las mujeres...” También hay gente que se deja llevar por lo que eligen los demás: “Yo quiero tocar el mismo instrumento que mi amigo Pedro... Yo no quiero tocar este instrumento porque a mi amiga Lucía no le gusta nada...” Partiendo asimismo de ese desconocimiento casi general, hemos hecho todo lo posible para que los alumnos elijan otros instrumentos que no fueran los más habituales porque al principio todo el mundo elegía casi siempre los mismos. Precisamente la Banda de la Escuela de Música ha jugado un papel muy importante a la hora de animar a la gente y fomentar los diversos instrumentos... En algunas ocasiones lo hemos conseguido y en otras no. Son los casos, por poner un ejemplo de cada uno, de Juan Miguel Pérez Martínez (Juanmi) y el de Isabel Concepción Espinosa Sánchez (Isa Conchi). No hay que olvidar que Isa Conchi empezó tocando el Bombardino y aproximadamente a los 2 años y medio se lo dejó por el oboe. Además, yo personalmente no he tenido ningún inconveniente en orientar a algunos de mis alumnos que querían estudiar Saxofón y Clarinete para que eligieran otros instrumentos, aun sabiendo que podía quedarme con menos alumnos de lo habitual.

También deberíamos observar que, aunque hemos conseguido la cifra más alta de músicos que han decidido continuar los estudios de música en el Conservatorio, todavía la cifra es muy reducida si la comparamos con la del total de alumnos que han pasado por la Escuela Municipal de Música de Bullas. He aquí una cifra aproximada de alumnos de nuestra localidad que han continuado estudios en los diferentes conservatorios en los últimos años: Piano (7); Flauta (6); Trompeta (6); Percusión (4); Saxofón (2); Clarinete (2); Oboes (2); Bombardino o Tuba (2); Guitarra (2); Trombón (1). Muchos se dejan la música cuando terminan el Grado Elemental, si no lo hacen antes. Otros entran a formar parte de la Banda, lo cual significa para muchos tener que dejar de estudiar (o tener que estudiar bastante menos de lo que se debería) debido a que no se encuentra tiempo suficiente por muy diferentes motivos. Otros deciden continuar tocando en las charangas: agrupaciones musicales que cualquier profesional o especialista en la materia tiene muy claro que son incompatibles con una Banda de Música, y por desgracia en este pueblo no hay una sino dos. Pero al parecer aquí somos más listos que en ningún otro sitio. También es preciso analizar cuál es el nivel y el rendimiento medio que hay entre las diferentes cuerdas o secciones instrumentales. Observaremos que el nivel medio de los percusionistas, oboes, trombones, violines y pianistas que hay en la Escuela de Música no es superior, ni mucho menos, al de las trompetas, saxofones, clarinetes y flautas. Que el nivel es bastante homogéneo y que no hay tanta diferencia como se pueda pensar, ya que no depende solamente del profesor sino que también depende de lo que estudia cada músico individualmente... Ahora bien, si lo que de verdad queremos es que en la Escuela Municipal de Música de Bullas se formen buenos músicos y que salgan músicos de calidad tendremos que poner las condiciones idóneas para llevarlo a cabo definiendo claramente cuál es la política cultural y musical que vamos a seguir en todo momento. Y eso supone tomar partido de una vez por todas poniendo definitivamente todas las cartas sobre la mesa... mirando hacia arriba. Porque hasta ahora parece como si hubiésemos estado improvisando. Todavía hay quienes confunden, a estas alturas de la película, calidad con mediocridad... ¿Estaba en la mente de quienes impulsamos todo este proyecto, la idea de lo que hoy en día es la Escuela y la Banda? ¿Qué es lo que queremos conseguir exactamente? ¿Cuáles son nuestros verdaderos objetivos?

Decía Talleyrand, ministro de exteriores de Napoleón, que “El hombre con la palabra oculta sus pensamientos y con la mirada disfraza sus palabras.” Es que hay que crear una Banda Juvenil. Es necesario que haya un Profesor de Clarinete. El Director de la Banda tendría que ser distinto al de la Escuela. El Director de la Banda necesita unas largas vacaciones... Cuando no se cumplen nuestras verdaderas intenciones siempre cabe la posibilidad de lograrlo tirando una piedra y luego escondiendo la mano para que nadie sepa quién ha sido. Pero lo más gracioso de todo es que, cuando todavía no se ha curado la herida dejada por la piedra, algunos llegan a ofrecerte incluso la misma mano como si no hubiera pasado nada... La verdad es que podríamos ser mucho más claros y más directos de lo que somos en realidad, pero ¿de qué serviría?. Hasta Jesucristo tenía que hablar a sus discípulos en parábolas “porque miran y no ven, escuchan y no oyen ni entienden”. Ciertamente, la gente solo cree lo que de verdad le interesa, aunque se les diga todas las verdades a la cara. Unos prefieren hacer la vista gorda. Otros prefieren hacer oídos sordos. Otros prefieren negar lo que se les diga. Y otros prefieren no darse por aludidos. Aunque en estos casos casi siempre suele darse por aludido, justo el que no debería... Termino ya con una anécdota que aparece en el libro “DANDO LA NOTA - Los mejores chistes y anécdotas del mundo de la música y los músicos” (vaya un momento para contar chistes) que dice lo siguiente: “Mi nieto se ha ido a Alemania a estudiar violín” / “¿A Alemania?, ¿Tan lejos?” / “Bueno, los vecinos insistieron mucho. ¡Hasta le pagaron el viaje!” Seguro que cuando el nieto llegó a Alemania se dijo para sí mismo: “¡Sí, hombre! ¡Y mi abuelo es pirotécnico...!”

"Dar clases no era trabajar, sino enriquecerme con los alumnos."
José Luis Sampedro / Economista y Escritor español / (1917 - )

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